Wicklow

Solamente las mañanas sin amanecer pueden describir el profundo brillo de la noche.

Entonces, me sente al borde del paraiso, ?quien dijo que iria al cielo?, y sin dubitar un segundo use los ojos del arcoiris para sentir lo que nunca, esa sensacion intermedia entre tristeza y profunda tristeza, menos mal fue intermedia, puesto que, como resa el fin del mundo en su portal, los extremos son malos, lo que se nos indica en nombre de la fe es que, debemos ser, medio apasionados, medio locos o medio boludos. Que mas da, si el paisaje torna a paraiso, sin contar el dominio excesivo que hice para entrar en este lugar, ese que me trajo las nubes de frente y la nada al costado, nada que temer, las nubes solo estrellan aviones con pilotos ebrios y la nada es aquello que uno piensa que tendra una vez haya muerto. Hubo una pausa, exactamente lo que dura voltear una pagina de un libro o pensar que uno esta pensando, eso me da risa, porque al voltear algo no pasa el tiempo necesario, pero si, reconcilia una espera retrasada, como aquella ola que nacio en el centro del mar y espera por extenderse en la orilla, ese preciso instante maneja la mirada ajena de quien a cogido el arcoiris por alguna razon. Desnudando una vez mas el viento, supuse una serie de pestañeos que en lenguaje siquiatrico tiene forma de locura o mas bien; no estan bien redactados en los tratados, que aun no merecen encerrar el gusto de uno de ser napoleon o Juan Kutipa, dos personajes que tienen alas en el verde de la colina, esa que nos conduce a la puerta tras la puerta. Algo asi, como estar al costado del camino sin haber estacionado la carreta, pero la mula doblo a la derecha y sus ruedas a la izquierda, vaya ventaja que lleva la tortuga, esa misma vieja que me mostro los molinos aquellos, con los que a contrariedad del Don, yo hice buena amistad con ellos para que me ayuden a encontrar mi espada. Si, lo confieso soy un caballero sin espada, que como dama tiene a la luna y al parecer un moton de respuestas absurdas, acerca de eso las monjas diran a coro, !! Los renglones torcidos de Dios!!, que lamentable, pero ellas no estan al borde del paraiso, les falto una adolecencia ultrasexual, que como matematica tenga el 69 y leccion de Frances el Menage a trua, sigan flagelandose, que el borde de la tierra prometida no esta aun aca. Esta exaltacion tiene poco que ver con tan lindo paisaje, no eres tu señor sol, que das vida y calor interno, la razon de mi protesta, la colina aquella lo sabe y lo lleva en su entraña, lastima que tus rayos no accedan bajo tierra, sabemos que los topos no saben de nuestros privilegios, aun menos enterarse que hoy tenemos una razon exagerada para desechar todo, inclusive aceptar que estas pisando un paso antes del paraiso, pero esta tarde, por favor..... nena, desnudate y entra.