Monday, February 8, 2010

Lechuza el universitario

Las calles se han hecho para el recorrido de mi vagabundez, no hay espacio para ninguna otra práctica humana,

aún no se han recorrido todas, por ende, las cuerdas de la guitarra no han sonado en todas, las calles son;

sin guitarra una canción, sin luces un callejón, con agua una torrentera y sin vagabundos nada.

Las calles incitan a hacer de las penas canciones, y de los corazones nudos de tormentas,

mas el impacto en la gente será de alegría, no se tiene explicación alguna para este fenómeno,

sólo Lechuza supo recorrer las calles y cantando sin reflejo, tuvo que partir por algún callejón.

Las calles padecen de prejuicios ajenos, nadie pudo explicar empíricamente qué es lo que paso,

después de los recorridos y delimitaciones naturales, nadie ha comprendidos las diferencias,

entre lo que puede ser vida o muerte, ying o yang, marioneta o vagabundo, mas prejuicio.

Las calles no te enseñan el camino, uno tienen que sufrir y descansar, ser vagabundo o no ser,

trenzar la soledad, saber que bajo su ala esta la niebla de ser un perfecto desconocido,

pero al mismo tiempo conocerse al extremo de llegar a verse como una simple rutina.

Las calles te predicen el destino, si dando la vuelta de la juventud hay un callejón sin salida,

la claridad de lo intenso y rápido, de crecer mucho, de acabar cómo un principiante, o universitario,

malevo o uno de aquellos que de noche no duerme para seguir a todo tipo de roedor.

Las calles no tienen estaciones, pero el saber que conduce a una sola quimera basta,

es simplemente así, un desierto de pasiones que se encienden en uno y se apagan en el mismo,

con la excepción de que algunos dejan rastros como luciérnagas, que apenas se ven.


Sunday, January 31, 2010

El cómo, riesgo desde la altura


Empezar por la misma senda, esa ley natural. Aunque tú, vuelvas a pensar en mi, mis pasos no estarán siguiendo esa ruta, pero no me dejes ahora, aún puedo mostrarte el callejón que une a estos dos caminos. Es un error, y además un grave error, pensar que hacer una hoguera de los corazones, tiene algo que ver con la oscuridad hacia este lado, o que existan noches más duras, lo oscuro es, no conocer dónde uno va poniendo los pies ni dónde los pondrá después. Y aún peor, confundir riesgo con altura, la otra vida no está conexa por ningún tipo de medida o posición geométrica de uno respecto de otro, sólo basta con que tú pienses en mí o yo piense en ti en la ausencia, para definir la conexión, pensar en medida es inevitable consecuencia de la duda que tenemos, sólo queda que confíes en mí.
No hay otra aventura que se compare, inténtalo vuelve a pensar en mí, el inicio tiene la dulzura de una trompeta jazz, con el aroma de noches duras, puede ser muy largo. En realidad tomara más del tiempo necesario, preparando todo el maquillaje y el olor de los extraños, extraños por que la lluvia sobre los zapatos no es la misma, es distinta, la mitad de tu serenidad y la mitad de mi paciencia, envuelto en papel periódico, con apariencia de regalo pobre. Entonces, viene lo que no dura, o casi no dura, el regalo se desparrama para dejar en claro que no es el espacio ni el tiempo sino el recuerdo, este pequeño instante. Lo demás es puro llanto de ambas partes.
Ya entenderás esto, de las hogueras de corazones, y el llanto debe calmarse al entender que solamente estás sola, te olvidaras de mí por un tiempo, lo que quiere decir que volverás a pensar en mí, y se dará una especie de ciclos en forma de espiral, hasta que en esta especie de espacio, entre tú y yo, sólo reine el olvido.

Saturday, January 23, 2010

¿Qué más puede ser, que una curda?


Y con la música puesta sobre el muslo, recorriendo esa curva en forma incompleta de herida, se ha desnudado la pena que simplemente ha hecho pedazos el olvido, no es que acabe en este instante la función, ha demorado demasiado tiempo el que me hayas abierto el ventanal, no te diste cuenta que vengo de un país que esta de olvido en la memoria de los demás, y pese que aún puede dar, y sin que lo sepan, mucho más.
Lo básico se remite a toda esa canción que ronda la lástima, ese instante que es una especie de maldición, y más aún, si uno no entiende la vida como un camino hecha a propio paso, sabiendo que nos hace daño, que nos blanquea el licor de naranja y para que instantes después nos acaricie y decirnos tranquilamente -"Contame tu pena, habla sin pensar el pasado"-, después de ser el culpable de que estemos en el bajo fondo, una lágrima de vino o más bien quizás una canción de algún solitario, que ha derramado el vino en la lágrima, pero este viejo amor es que hace que el sol mande el alba ha aparecer, y qué todo en apariencia sea sólo una simple curda.

Tuesday, January 19, 2010

Ideas


Me remito a pensar encima de mi nube, nada más tranquilo que pensar uno en su nube, malogrando el cerebro por pensar o pensando para malograr el cerebro, pero aún así es la nube de uno, ese uno que no es un conjunto de células sino las células en conjunto, en pos de un solo fin. Más la idea de pensar o de pensar una idea se remite a los hechos fantásticos de un género, ese género que se hila despacito imitando a nuestra nube, tratando de disipar esa inmensa pregunta de saber en qué momento y cómo uno se remite a pensar, esperando terminar el hilado del género que es proyección del fantástico hecho de poder entender que nuestros demonios nos escupen palabras y no así pensamientos, de ahí uno sufre para parir una idea.