Monday, August 10, 2015

Benjamín Mendoza y Amor Flores



La provocación en el surrealismo es un acto necesario, un acto que define la obra. Decía Breton que: “El acto surrealista más simple consiste en salir a la calle con un revólver en cada mano y, a ciegas, disparar cuanto se pueda contra la multitud.
Quien nunca en la vida haya sentido ganas de acabar de este modo con el principio de degradación y embrutecimiento existente hoy en día, pertenece claramente a esa multitud y tiene la panza a la altura del disparo.", a estos tiempos; ¡Quizá eso es lo que piensan los delincuentes cuando salen a matar al azar!, lo cual no los deja como delincuentes y/o asesinos sino como Caballeros por el arte. Sin embargo, a veces la masa necesita algo de miedo, algo que los saque de sus casillas. La dulce provocación, después de ser mecánica y previsible fue tomada como un enunciado meramente poético o vulgarizada. Los actos de “provocación” de Dalí, por ejemplo, ya eran una pantomima, puro show.
Allá por los años setenta cuando la fuerza que el surrealismo había adquirido en sus primeros años casi se había extinguido, Benjamín Mendoza y Amor Flores, pintor surrealista boliviano, intentó asesinar al Papa Paulo VI en Manila. Utilizó un Kris(daga corta), que en ambas caras de su hoja llevaba inscrita “balas, supersticiones, banderas, reinos, basura, ejércitos y mierda” mientras gritaba la consigna; “deseo liberar” al ser arrestado, ¿Liberar de qué?
Giovanni Montini (Paulo VI) estuvo implicado desde antes de asumir su mandato en lo que se ha llamado las “rutas clandestinas”, que fueron mecanismos que el Vaticano dispuso para ya sea salvaguardar o ayudar a la fuga de oficiales nazis, el predecesor de Paulo VI el Papa Pio XII quién fuese fanático del apoyo a Hitler, fue quién dio estructura a las famosas “rutas clandestinas” y su mimado Montini quién las continuo. Existe el registro objetivo que se albergaba a criminales de guerra como Ante Pavelic (Fascista Croata) dentro del vaticano, viviendo incluso vestidos de curas.
Mendoza fue reducido por los monseñores Macchi y Marcinkus, este último no se sabe si a ciencia cierta era cura o no, podría haber sido un nazi que en agradecimiento por la protección actuaba como guardaespaldas de Giovanni, años después estuvo implicado en el escándalo de la quiebra del Banco Ambrosiano y la polémica de las finanzas del vaticano, a Juan Pablo II le estalló un problema que guardaba insospechadas conexiones con operaciones financieras ilícitas, la mafia y la logia masónica P-2. El fraude dejó un agujero de 1.400 millones de dólares y tocaba directamente al banco vaticano, el Instituto para las Obras de la Religión (IOR), dirigido por monseñor Paul Marcinkus, que avaló las operaciones. Todo nació a finales de los años sesenta con el asesor financiero a quien Pablo VI confió la gestión del patrimonio vaticano, un oscuro personaje relacionado con la mafia llamado Michele Sindona. Junto con el director del banco católico milanés Ambrosiano, Roberto Calvi, y Marcinkus, organizó una trama financiera que funcionó hasta que la crisis de 1974 hizo que se derrumbara. Juan Pablo II defendió a Marcinkus y le dio una salida a EE UU, mientras Sindona y Calvi morían con dudosos suicidios. El primero en la cárcel y el segundo ahorcado en un puente de Londres. Aún hoy es uno de los clásicos de los grandes misterios italianos.
Mendoza y Amor Flores como caballero del arte nos quiso liberar seguramente de la falsa moral, mucho han dicho y dirán que “fue una arranque de locura”. Pero sus pinturas siguen reflejando pese al olvido su descontento social y su crítica acida a la iglesia. Sordo a los cánticos de quienes prefieren disfrazar su compromiso nuestro pintor ha hecho carne del mismo, cuando las acciones se convierten en obra surgirán las voces de desprestigio. “Salvar al mundo de la hipocresía y de la superstición” es hasta el día de hoy el horizonte de este pintor que es olvidado, y exiliado de su cuna, pero no se perderá de los corazones de quienes en medio del basurero al que el capitalismo nos ha conducido vemos nacer la flor del mañana.

Tuesday, August 9, 2011

Juan el desenterrador


Las nubes llenan los pensamientos,

casi siempre ayudando a malentender el entender,

el vendaval es el preludio del hecho,

las herramientas una pala y mucha voluntad,

es el oficio maldito de Juan, desenterrador.

No se deben lavar las manos antes del acto,

puede provocar un contraste demasiado peligroso,

el peinado debe reflejar las botas, que son importantes,

por sobre todo la conciencia malentendida

de comprobar que cada día ese alguien,

de quién solo los vivos se acuerdan,

está cada vez más muerto.

Monday, February 8, 2010

Lechuza el universitario

Las calles se han hecho para el recorrido de mi vagabundez, no hay espacio para ninguna otra práctica humana,

aún no se han recorrido todas, por ende, las cuerdas de la guitarra no han sonado en todas, las calles son;

sin guitarra una canción, sin luces un callejón, con agua una torrentera y sin vagabundos nada.

Las calles incitan a hacer de las penas canciones, y de los corazones nudos de tormentas,

mas el impacto en la gente será de alegría, no se tiene explicación alguna para este fenómeno,

sólo Lechuza supo recorrer las calles y cantando sin reflejo, tuvo que partir por algún callejón.

Las calles padecen de prejuicios ajenos, nadie pudo explicar empíricamente qué es lo que paso,

después de los recorridos y delimitaciones naturales, nadie ha comprendidos las diferencias,

entre lo que puede ser vida o muerte, ying o yang, marioneta o vagabundo, mas prejuicio.

Las calles no te enseñan el camino, uno tienen que sufrir y descansar, ser vagabundo o no ser,

trenzar la soledad, saber que bajo su ala esta la niebla de ser un perfecto desconocido,

pero al mismo tiempo conocerse al extremo de llegar a verse como una simple rutina.

Las calles te predicen el destino, si dando la vuelta de la juventud hay un callejón sin salida,

la claridad de lo intenso y rápido, de crecer mucho, de acabar cómo un principiante, o universitario,

malevo o uno de aquellos que de noche no duerme para seguir a todo tipo de roedor.

Las calles no tienen estaciones, pero el saber que conduce a una sola quimera basta,

es simplemente así, un desierto de pasiones que se encienden en uno y se apagan en el mismo,

con la excepción de que algunos dejan rastros como luciérnagas, que apenas se ven.


Sunday, January 31, 2010

El cómo, riesgo desde la altura


Empezar por la misma senda, esa ley natural. Aunque tú, vuelvas a pensar en mi, mis pasos no estarán siguiendo esa ruta, pero no me dejes ahora, aún puedo mostrarte el callejón que une a estos dos caminos. Es un error, y además un grave error, pensar que hacer una hoguera de los corazones, tiene algo que ver con la oscuridad hacia este lado, o que existan noches más duras, lo oscuro es, no conocer dónde uno va poniendo los pies ni dónde los pondrá después. Y aún peor, confundir riesgo con altura, la otra vida no está conexa por ningún tipo de medida o posición geométrica de uno respecto de otro, sólo basta con que tú pienses en mí o yo piense en ti en la ausencia, para definir la conexión, pensar en medida es inevitable consecuencia de la duda que tenemos, sólo queda que confíes en mí.
No hay otra aventura que se compare, inténtalo vuelve a pensar en mí, el inicio tiene la dulzura de una trompeta jazz, con el aroma de noches duras, puede ser muy largo. En realidad tomara más del tiempo necesario, preparando todo el maquillaje y el olor de los extraños, extraños por que la lluvia sobre los zapatos no es la misma, es distinta, la mitad de tu serenidad y la mitad de mi paciencia, envuelto en papel periódico, con apariencia de regalo pobre. Entonces, viene lo que no dura, o casi no dura, el regalo se desparrama para dejar en claro que no es el espacio ni el tiempo sino el recuerdo, este pequeño instante. Lo demás es puro llanto de ambas partes.
Ya entenderás esto, de las hogueras de corazones, y el llanto debe calmarse al entender que solamente estás sola, te olvidaras de mí por un tiempo, lo que quiere decir que volverás a pensar en mí, y se dará una especie de ciclos en forma de espiral, hasta que en esta especie de espacio, entre tú y yo, sólo reine el olvido.

Saturday, January 23, 2010

¿Qué más puede ser, que una curda?


Y con la música puesta sobre el muslo, recorriendo esa curva en forma incompleta de herida, se ha desnudado la pena que simplemente ha hecho pedazos el olvido, no es que acabe en este instante la función, ha demorado demasiado tiempo el que me hayas abierto el ventanal, no te diste cuenta que vengo de un país que esta de olvido en la memoria de los demás, y pese que aún puede dar, y sin que lo sepan, mucho más.
Lo básico se remite a toda esa canción que ronda la lástima, ese instante que es una especie de maldición, y más aún, si uno no entiende la vida como un camino hecha a propio paso, sabiendo que nos hace daño, que nos blanquea el licor de naranja y para que instantes después nos acaricie y decirnos tranquilamente -"Contame tu pena, habla sin pensar el pasado"-, después de ser el culpable de que estemos en el bajo fondo, una lágrima de vino o más bien quizás una canción de algún solitario, que ha derramado el vino en la lágrima, pero este viejo amor es que hace que el sol mande el alba ha aparecer, y qué todo en apariencia sea sólo una simple curda.

Tuesday, January 19, 2010

Ideas


Me remito a pensar encima de mi nube, nada más tranquilo que pensar uno en su nube, malogrando el cerebro por pensar o pensando para malograr el cerebro, pero aún así es la nube de uno, ese uno que no es un conjunto de células sino las células en conjunto, en pos de un solo fin. Más la idea de pensar o de pensar una idea se remite a los hechos fantásticos de un género, ese género que se hila despacito imitando a nuestra nube, tratando de disipar esa inmensa pregunta de saber en qué momento y cómo uno se remite a pensar, esperando terminar el hilado del género que es proyección del fantástico hecho de poder entender que nuestros demonios nos escupen palabras y no así pensamientos, de ahí uno sufre para parir una idea.

Saturday, October 31, 2009





La pesada alfombra de mis ojos que me tratan mal,
no es que entre en shock, se pararon mis ojos,
porque no quise llorar, y ¿acaso eso no se puede hacer?,
quienes no llorarán en mi funeral hacen apologías.
La pesadilla no es la vida, en realidad esta, es muy dulce,
siempre te llama a seguir adelante aunque tengas razón,
retumba como canción subliminal en medio del silencio,
y te encuentra otra vez y no sabes que decir, ¿dios es dios?
Solo era una broma, no se puede sentir absolutamente nada,
abrirás lo que conoces, y no dirás nada, absolutamente nada,
sólo, solamente descarga la jeringa y no intervengas mas,
que siguen tocando la puerta, y nadie excepto tú la abres.
Siempre miraste a través de ella, y no hay vida después de la muerte,
lo raro es que existe la vida antes de la muerte, ¿casi una hora?,
en realidad son marcadas las supersticiones, un medidor de cruces,
amarres y escaleras que te llevan a un lugar que te autodestruye.
En realidad no me des más rechazo el desmembramiento,
acepto la mutilación directa, sin morir aún existe la vida,
no hay camino a ninguna parte, solo existen los pasos a dar,
no me recuerdes, sino crees no me recuerdes, ¡miénteme!.